Las emociones son informaciones sensoriales que llegan a los receptores emocionales del cerebro produciendo una respuesta neurofisiológica que es interpretada y de la cual se extrae una conclusión (Bisquerra, 2003). Éstas tienen su base neuronal en la parte inferior y primitiva del cerebro, a diferencia del pensamiento que es un proceso que se produce en la corteza cerebral y que está basado en imágenes (Damasio, 1994). Además, aunque no exista consenso respecto a esta idea, Ekman (1992) afirma que las emociones son básicas y transculturales en la especie humana e incluso en otras especies.
Las emociones son estados emocionales significativamente diferentes entre sí en cuanto a la expresión, eventos elicitadores, comportamiento y fisiología entre otras cosas (Ekman, 1992). Estos estados emocionales se pueden dividir en dos tipos, primarios y secundarios (Fernández-Abascal et al., 2010).
En primer lugar, las emociones primarias se desarrollan en los primeros años de vida, comparten recursos y funciones, actúan de forma complementaria, tienen un sustrato innato y corresponden a funciones adaptativas concretas (Fernández-Abascal et al.,2010). Estas emociones son la sorpresa, el asco, el miedo, la alegría, la tristeza y la ira (Ekman, 1992):
- La sorpresa es una emoción neutra (porque puede ser positiva o negativa), breve, súbita, suele convertirse en otra emoción y como expone Darwin.
- El asco, aversión por algo desagradable o repugnante, es una emoción negativa elicitada por ciertos alimentos, secreciones corporales, etc.
- El miedo es una emoción negativa con finalidad de supervivencia asociado a elementos elicitadores naturales, aprendidos a través del condicionamiento clásico y vicario.
- La alegría, emoción positiva que surge de la evaluación de un acontecimiento como algo favorable para la consecución de las metas individuales. Esta emoción puede variar de intensidad desde “estar contento” hasta la “euforia” y, al ser un sentimiento desbordante, puede hacer difícil su modulación.
- La tristeza es una emoción que se caracteriza por un decaimiento en el estado de ánimo y una reducción de la actividad conductual y cognitiva. Es una emoción causada por una pérdida (o fracaso de una meta) o por un daño grave.
- La ira, enfado, es una emoción que surge cuando una persona se enfrenta a una situación aversiva que le produce frustración y, sobre todo, que evalúa como injusta.
En segundo lugar, las emociones secundarias o autoconscientes se caracterizan por desarrollarse en torno a los 2-3 años de edad a raíz de la socialización y el desarrollo de las capacidades cognitivas (Fernández-Abascal et al.,2010):
- La culpa, la vergüenza y el orgullo son emociones que surgen cuando se evalúa el propio “self” en base a unos marcos sociales establecidos y se obtiene un input de cómo y qué tal es uno mismo.
- La ansiedad es una emoción relacionada con el miedo que se caracteriza por ser una pro-acción ante situaciones que se prevén peligrosas.
Asimismo, aunque las emociones difieran en expresión, eventos elicitadores, comportamiento y fisiología, tienen varias características comunes: Las emociones ocurren como consecuencia de la valoración y significación de una situación, y sin esta evaluación cognitiva no se producirían las emociones. Además, las emociones tienen en común presentan una misma expresión facial universal e independiente de la cultura (Ekman et al., 1987).
A raíz de dicho hallazgo Ekman y Friesen (1976) desarrollaron el Sistema de Codificación de la Acción Facial (FACS, Facial Action Coding System) que consiste en el análisis de la cara en base a Unidades de Acción (UA). Cada UA hace referencia a un músculo o parte de la cara, por ejemplo el UA-1 es la parte inferior de la ceja. De esta manera Ekman y Friesen (1976) descubrieron que las emociones son expresadas de manera universal e inventaron un sistema para reproducirlas y analizarlas.
¿Gestión emocional?
¿Qué pasa cuando las emociones nos paralizan y nos desbordan?
No nos han enseñado a gestionar las emociones de manera adecuada porque tradicionalmente se considera que que el pensamiento es más noble y elevado.